Por lo general, la brecha entre la estrategia y la ejecución se crea como resultado del éxito y el crecimiento de una empresa. En sus primeros años, cuando la empresa solo contaba con un puñado de personas, todos conocían la estrategia y su papel en ella.
A medida que la empresa pasa del modo de supervivencia y prospera (y contrata a más personas), las nuevas contrataciones se colocan bajo "gerentes" en un "proceso", y el grado en el que conocen y comprenden la estrategia depende de qué tan bien se comunique el gerente con ellos.
Con el pasar del tiempo cuando se contratan a más personas y se agregan más niveles de supervisión, la estrategia se reduce debido a las fallas de comunicación; es probable que cualquier pregunta genere.
Además, mientras que crece la empresa, si no se cuenta con una estandarización o esquematización adecuada, se van perdiendo el control de las tareas, procedimientos, procesos y los responsables de cada uno. De esta forma se comienza a generar una brecha entre la estrategia de ejecución y la ejecución real del negocio.
Afortunadamente, existen algunas formas para cerrar este agujero y optimizar los procesos para alcanzar la capacidad máxima de ejecución. Algunas de ellas son:
1. Comprometerse con una identidad: evite quedar atrapado en una cinta de correr en crecimiento, persiguiendo múltiples oportunidades de mercado donde no tiene derecho a ganar. En cambio, aclare su mente sobre lo que hace mejor, desarrolle una propuesta de valor sólida y desarrolle capacidades distintivas que duren a largo plazo. Cumpla lo que promete.
2. Traducir lo estratégico a lo cotidiano: muchos gerentes asumen que deben adoptar las mejores prácticas de su industria y tratar la evaluación comparativa externa como el camino establecido hacia el éxito. Pero diseñe y cree sus propias capacidades a medida que lo distingan de otras empresas. Luego, llevelas a la escala de sus propias formas distintivas.
3. Ponga su cultura a trabajar: reelaborando el organigrama y repensando los incentivos. La cultura de la empresa, si se considera en absoluto, se considera un obstáculo. Pero resista a las reorganizaciones disruptivas y en su lugar ponga su cultura a trabajar. Aproveche el poder del pensamiento y el comportamiento arraigados que ya existen debajo de la superficie en su empresa, utilizando la cultura, no la estructura, para impulsar el cambio.
4. Reduzca los costos para fortalecerse: una empresa convencional podría intentar reducir los costos en todos los ámbitos apostando por la lean en todas partes. Pero reduzca los costos para hacerse más fuerte. Organice sus recursos estratégicamente; duplicar las pocas capacidades que más importan y eliminar todo lo demás.
5. Logre la transparencia de sus procesos: las empresas no deberían avanzar ni tomar decisiones basadas en suposiciones. Lo ideal es que identifiquen la realidad de sus procesos, las fallas, deficiencias y oportunidades de mejora actuales. Esto se logra mapeando los procesos y alcanzando una transparencia de lo que realmente sucede. Afortunadamente en la actualidad existen sistemas de control de procesos de negocios para esta labor.
6. Dé forma a su futuro: las empresas no deberían intentar simplemente volverse ágiles. No responda al cambio externo lo más rápido posible. En cambio, dé forma a su futuro creando el cambio que desea ver. Esto está ligado al punto anterior, pues al conocer la realidad de los procesos puede actuar en consecuencia mirando hacia en futuro y lograr que la estrategia y la ejecución estén estrechamente integradas en cada decisión.
Con estas claves, y con la ayuda de una herramienta como el Execution Management System (EMS) de Celonis logrará la optimización de sus procesos de negocio para cerrar la brecha entre su estrategia y su ejecución.
El EMS es una plataforma que mediante la minería de tareas y procesos, la automatización y la inteligencia de negocios les permite tener un mapa transparente de sus procesos y obtener recomendaciones de acción para mejorar. Para conocer más contáctenos, en Softimiza somos Partner de Celonis en Colombia.
